La Junta directiva de la Asociación Bancaria de Venezuela envió un comunicado para dar un mensaje de esperanza y de buena voluntad al país, para reafirmar su compromiso de seguir apalancado el desarrollo económico.
Acotaron que el impacto de los efectos negativos de la epidemia de la COVID-19 afectó a todo el mundo, lo cual se tradujo en la paralización parcial o total de la mayoría de los sectores productivos, especialmente en los tiempos de confinamiento.
Sin embargo, enfatizaron que el año 2022 cierra para la banca venezolana con indicadores de recuperación comparados con el desempeño registrado durante el año 2021.
“En este ejercicio en nuestro país se continuó el proceso de consolidación tecnológica de los canales de pago, que tuvieron que desarrollarse de manera masiva y abrupta durante los últimos años por razones económicas, operativas y regulatorias. En la actualidad se evidencian las bondades de dichos canales, que representan diferentes opciones digitales a los usuarios para ejecutar sus operaciones”.
Así continúa textualmente el texto de la Asociación Bancaria de Venezuela:
Hoy nuestra sociedad dispone de diversos instrumentos bancarios para realizar sus operaciones de pagos, situación que complementa los desarrollados por el Banco Central de Venezuela, favorece la inclusión financiera de los ciudadanos y, a la vez, facilita sus transacciones, y con ello, los procesos de interacción entre los distintos actores de la economía.
En lo que se refiere a la cartera de créditos, se han observado leves signos de mejoría con baja morosidad. Es importante flexibilizar las políticas oficiales para el otorgamiento de créditos en bolívares y en divisas.
La alternativa de otorgar créditos en moneda extranjera se considera relevante, debido a la preferencia de la población de mantener sus depósitos en moneda extranjera en las entidades bancarias. Un cambio de paradigma para los venezolanos que generará nuevos medios de pago y beneficios a los clientes del sector.
La banca venezolana ha contribuido de manera fundamental, acompañando a las autoridades respectivas, en el crecimiento de un mercado cambiario que permite, tanto a las empresas como a las personas, disponer de un espacio idóneo para efectuar compra y venta de divisas con toda la confianza y la transparencia requerida.
El sistema bancario nacional continuará comprometido en seguir haciendo todo lo que esté a su alcance para retornar a su función principal, como es la de proveer el financiamiento necesario, tanto en moneda local como en moneda extranjera, a objeto de contribuir con el mejor desempeño de las empresas, crear más empleos y acompañar a los usuarios del sector, facilitando el consumo de sus hogares. Un reto acompañado de dificultades, pero esencial para el desarrollo del país.
A partir del segundo semestre del año 2022, los accionistas de las entidades bancarias han venido cumpliendo con las medidas de fortalecimiento patrimonial de acuerdo con la normativa dictada por la Superintendencia de las Instituciones del Sector Bancario. Es de destacar, que en la actualidad la banca muestra índices de capitalización que satisfacen los mínimos exigidos por el regulador bancario.
Los nuevos horizontes del país se vislumbran con buenas perspectivas, en virtud de la apertura de la frontera con Colombia, lo cual representará mayores desafíos de competitividad y productividad, en todos los ámbitos de los sectores económicos del país, para lo cual, la banca venezolana ha comenzado a prepararse. También se avizoran mejoras en las relaciones con otros países, como Brasil, las Antillas Neerlandesas y la Comunidad Andina de Naciones.
En definitiva, se perciben nuevos retos para el año 2023, para lo cual todos los sectores, incluido el bancario, deberán estar atentos a asumir los cambios necesarios y ajustarse a las nuevas condiciones, para salir airosos y fortalecidos en este entorno complejo, pero lleno de oportunidades.